La derrota de Satanás - Parte 1
“Ahora ha venido la salvación, el poder y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y
de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte.” (Apoc.
12:10,11.)
No puede haber una victoria permanente en
nuestras vidas hasta que nosotros podamos ver y apreciar el hecho de que
Satanás fue derrotado en la cruz del Calvario. La Iglesia Adventista del
Séptimo Día (IASD), como una unidad monolítica, no puede enfrentarse a la
oleada satánica con la que es atacada a través de la Madre de las Rameras
(iglesia católica) si no aprende primero a someterse al poder y la victoria que
el Calvario nos da en el claro testimonio de la derrota del diablo. La Iglesia
de Dios se encuentra en su última batalla y esto quiere decir un último
conflicto universal con Satanás. Darle frente a este conflicto cósmico desde otro
punto de vista que no sea el Calvario, es atraer un desastre. De ahí la
necesidad del más claro entendimiento posible de cómo el cristiano ASD puede
ejercer autoridad para obtener la victoria sobre la invasión satánica como se
está manifestando en los días de hoy.
Son tres los momentos de esta guerra
espiritual. Son además, fuerzas satánicas organizadas.
1er. Momento: “Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes” (Efesios 6: 12). Existen principados; existen
gobernadores. Esas huestes demoniacas han sido colocadas por Satanas en lugares
estratégicos que impiden que la IASD prospere. Ello porque nosotros no habíamos
comprendido la razón de vivir en países de muchas riquezas naturales. Y
permitimos que Estados Unidos de Norteamérica nos robara, nos saquera, y nos
aniquilara. ¿Tiene o no tiene razón la Palabra de Cristo? “El ladrón no viene sino
para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia” (S. Juan 10: 10).
¿Qué pasa ahora en Venezuela? ¿Por qué ADRA
ha sido rechazada y se le ha impedido recibir donaciones? ¿Por qué fracaso
OFASA y luego apareció una ONG titulada ADRA? Alguien debe responder.
El
año 2016 recibimos el folleto de la Escuela Sabática titulado “El papel
de la iglesia en la comunidad” donde se promovió la Acción Solidaria Adventista
con la ayuda del Manual ASA. El año 2017 las ONG organizaron una “guarimba”
para intentar derribar al Gobierno de Nicolás Maduro Moros. Sin éxito.
Este primer momento de esta guerra
definitiva contra Satanas y sus huestes es una batalla para organizar el triple
mensaje de Apocalipsis 14: 6-9.
Inmediatamente aparece un segundo momento,
el cual debe ser organizarnos para el verdadero reavivamiento y las reformas definitivas. Es pasar de lo
abstracto a lo concreto.
“Refiriéndose a la visión que le fue dada
el 25 de octubre de 1865, en Rochester ella dijo: “Me fue mostrado que todavía
apenas se ha entrado en la obra de la reforma pro salud. Mientras algunos
tienen profundos sentimientos y expresan su fe en la obra, otros permanecen
indiferentes y apenas han dado el primer paso en la reforma…Me fue mostrado que
la reforma pro salud es una parte del mensaje del tercer ángel y esta tan
estrechamente vinculada con el como el brazo y la mano con el cuerpo.
(1T.PP.485, 486).
“La verdadera religión es práctica. Sin
lugar a dudas, incluye los ritos y ceremonias de la iglesia, […] pero no se
trata tanto de abstenerse de alimentos como de compartirlos con los
hambrientos. La piedad práctica es la única clase de religión que se reconoce
en el juicio divino (Mateo 25: 34-46)” Comentario Bíblico Adventista tomo 4,
pag. 344.
Ahora, con relación al fuerte pregón del
mensaje de los tres ángeles, Elena de White escribió: “El mundo se convencerá
no tanto por lo que el pulpito anuncia como por lo que la iglesia vive. El
predicador pregona la teoría del evangelio, más la piedad práctica de la
iglesia demuestra su poder”. (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pag. 496).
Satanas está intentando por todos los
medios posibles evitar que en Venezuela se reconozca el fracaso de las ONGs; y
nuestra IASD no comprende esto. Por una sola razón. A saber: El anticomunismo.
El establecimiento de un Imperio, sea en manos de los protestantes, sea en
manos de los católicos. Creo que la IASD prefiere al protestantismo, y si ha
sucedido así, entonces debe haber un terrible zarandeo (y ha sido profetizado).
Pero este zarandeo no puede impedir que la
Acción Solidaria Adventista se organice. Aquí reside el secreto del reavivamiento
y la reforma: “Un avivamiento de la piedad primitiva”. Eso lo revela el espíritu de profecía:
“A pesar del decaimiento general de la fe y de la
piedad, hay en esas iglesias verdaderos discípulos de Cristo. Antes que los
juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del
Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde
los tiempos apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre
sus hijos. Entonces muchos se separarán de esas iglesias en las cuales el amor
de este mundo ha suplantado al amor de Dios y de su Palabra. Muchos, tanto ministros
como laicos, aceptarán gustosamente esas grandes verdades que Dios ha hecho
proclamar en este tiempo a fin de preparar un pueblo para la segunda venida del
Señor. El enemigo de las almas desea impedir esta obra, y antes que llegue el
tiempo para que se produzca tal movimiento, tratará de evitarlo introduciendo
una falsa imitación. Hará aparecer como que la bendición especial de Dios es
derramada sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder seductor; allí se
manifestará lo que se considerará como un gran interés por lo religioso.
Multitudes se alegrarán de que Dios esté obrando maravillosamente en su favor,
cuando, en realidad, la obra provendrá de otro espíritu. Bajo un disfraz
religioso, Satanás tratará de extender su influencia sobre el mundo cristiano”
(Elena de White. El conflicto de los siglos pag.517)
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